sábado, 28 de junio de 2008

Volvió la inspiración.


La pucha que se olvida una que tiene un blog, en realidad terminé de dar los segundos parciales y solo me quedan los finales que, con mucho estudio por delante, aprobaré dentro de tres semanas.

Evidentemente, como dice mi profesor de cultura popular y masiva, la única fórmula para aprobar los parciales es estudiar. Y espero que funcione, porque créase o no, desde mediados de marzo que, si antes no tenía vida social activa, ahora directamente no tengo vida social. Por suerte la tecnología cumple un rol muy importante para los momentos de aislamiento y aparte de chatear y enterarme de las últimas novedades de los otros (amigos y familiares) por internet, también me dispuse por las noches, mirar una película, para al otro día, estar levantada con más ganas de estudiar. Imagínense que alguna forma de dispersión tengo que tener, alguna fuga como dice De Certeau debe producirse ante los parámetros establecidos. Aparte, esta manía de refugiarme en algunos documentales y películas europeas tiene dos propósitos fundamentales para la supervivencia de esta cabeza que hoy les escribe y que está bastante quemada. En primer lugar, dejar de ver Tinelli, hace un par de meses el "chau, chau chauuuuuu ... "me empezó a fastidiar y como todavía no consigo que me vengan a instalar el cable, no me queda más opción que la oferta de aire. En segundo lugar, dejar de ver las películas de canal 9, que por no bancar a Marce, terminaba en la ex casa de Adad, donde las películas que el Beto Casella promocionaba en su programa " Bendita tv", como las mejores, por el contrario son aburridas, se tratan del ejército norteamericano y están pasadas de moda.

Así fue como descubrí a través de una amiga, a la cual le agradezco me haya encaminado hacía el cine alemán," La vida de los otros", lejos, la mejor película que mi cerebro y también mi corazón porque casi derramé una lágrima, vieron este último tiempo.

Al principio, pensé que se trataba de esas películas frías que no tienen trama argumentativa, por supuesto que después de estar adoctrinada toda la vida por el cine yankee, donde a los 15 minutos de empezar el film hay "acción", "La vida de los otros", prometa más, solo es cuestión de darle tiempo y que nuestro cuerpo no se impaciente durante los primeros 30 minutos hasta que sin darte cuenta terminas atrapada por la historia.

Está más que claro, que no voy a contar nada, solo que se trata de una historia de censura y represión que sufren los artistas en 1980, cuando el muro de Berlín instauraba distintos sistemas de vida para el mismo país. Entre todo este quilombo, un espía de la agencia de seguridad nacional, tiene como misión vigilar la vida de un escritor que vive junto a su mujer actriz, y bueno hasta acá cuento nomas, se las recomiendo, el final inesperado.

Hasta la próxima peli.

PD: gracias flor, volvió la inspiración...