domingo, 12 de julio de 2009

Triste


Luego de varios días de tomar conciencia puedo afirmar que por fin deje de cursar. Pero nunca me sentí tan vacía como en estos días. Pienso que no sé lo que quiero hacer, no me quiero casar, no quiero tener hijos, no quiero trabajar en este país y tampoco, me decido que hacer con él.

Mi vida nunca estuvo planeada, o por lo menos nunca me lo propuse.

Pero hasta que mi compañero no logre de resolver sus problemas yo no tengo muchas esperanzas de que las cosas salgan bien.

Cada día se torna eterno, solo nos queda esperar amor, hay que esperar. Nosotros 2 formamos parte de los que están de otro lado, sí, donde la paciencia se convierte en oxígeno.

Hoy es día de bajón y no tengo ganas de escribir más.